La enfermedad arterial periférica (EAP) es originada por la arterioesclerosis que produce una obstrucción en el flujo de sangre arterial a nivel de las piernas.
No sólo es importante por los síntomas que produce, sino que es un marcador de la enfermedad ateroesclerótica en otros territorios, siendo un potente predictor de problemas coronarios (infartos) y cerebrales (ictus), con el riesgo de mortalidad y secuelas graves que conllevan.
Los factores principales que aumentan el riesgo son:
El principal síntoma es un dolor característico llamado “claudicación intermitente” o “mal del escaparate”: dolor con el ejercicio o caminar que desaparece al detenerse.
Cuando la EAP es severa incluyen:
El primer objetivo del tratamiento es la prevención de complicaciones (que pueden ser muy graves) controlando los factores de riesgo. El tipo de tratamiento se basará en los signos y síntomas, factores de riesgo y los resultados de un examen físico y pruebas. Los tratamientos para la EAP incluyen los medicamentos, cirugía mínimamente invasiva (endovascular) y cirugía convencional.